La empresa vigatana dedicada a la fabricación y distribución de productos congelados Frigoríficos Ferrer ha llegado a los 90 años de vida. Desde los inicios en la «Plaça del Pes» de Vic donde los abuelos del director general, Julià Ferrer, vendían pescado fresco en una parada que ha llovido mucho. Ahora son la tercera y la cuarta generación quien traen las riendas de una empresa familiar que augura un buen recorrido después de haber sorteado la crisis y salir reforzados, según ha explicado el mismo Julià Ferrer. Los principales retos de futuro de la compañía pasan para potenciar la marca propia y abrirse a la exportación, un mercado bastante nuevo por ellos puesto que la mayoría de sus 11.000 clientes son de Cataluña.
La empresa de Vic Frigoríficos Ferrer todavía no ha cumplido la mágica cifra de los 100 años de funcionamiento, pero llegados a los 90 tenían muchas ganas de celebrarlo y por eso este fin de semana han celebrado una fiesta con todos los trabajadores. El director general de la compañía, Julià Ferrer, ha explicado que Frigoríficos Ferrer está «en un buen momento«, después de haber esquivado la crisis, con un crecimiento global que se sitúa al 40%.
La historia de la empresa se remonta a los años 20, cuando Julià Ferrer, abuelo de los actuales hermanos y socios, abrió una parada de pescado al mercado de Vic, que recibían diariamente desde Barcelona en tren. Con el paso de los años, Ferrer abrió una pescadería a la calle «dels Argenters» para ampliar el negocio. La profesionalización de la empresa, pero, la inició a los años 50 Fèlix Ferrer, hijo de Julià, que construyó la primera fábrica de hielo y posterior almacén de distribución y almacenamiento.
Ahora la empresa, con dimensiones y alcance mucho más grandes, está dirigida por la tercera generación de la familia y la cuarta generación se está haciendo un lugar. Ferrer ha explicado que de aquella empresa temprana de su abuelo ahora queda «la tradición, la ilusión y el gusto por el mundo del pescado«.
El actual director ha explicado que el crecimiento de Frigoríficos Ferrer los últimos años ha sido continuado, y en la actualidad dispone de seis delegaciones además de la sede central en Vic a Mercabarna, Figueres, Girona, Lleida, Manresa y Tarragona. La plantilla la forman más de 300 trabajadores.
El 2014 Frigoríficos Ferrer facturaron 60 millones de euros, un crecimiento que supuso el 17% respeto el año anterior, pero que suma al crecimiento consolidado de más del 40% respeto el 2007. «La crisis nos ha afectado como todo el mundo«, ha señalado Ferrer. El director ha explicado que la compañía ha tenido retrasos en los cobros sobre todo en el sector hostelero, muy tocado por la crisis. Julià Ferrer, pero, ha destacado que la empresa supo aprovechar las oportunidades que desencadenó la crisis y gracias a la adquisición de algunas empresas y de fondos de comercio con problemas los ha permitido salir de aquel periodo «reforzados» con un resultado de un crecimiento del 40%.
Un futuro esperanzador
El futuro de la empresa vigatana pasa para potenciar su propia marca. Actualmente, entre los productos que distribuyen cada día los más de 175 camiones de su flota, un 30% son propios, mientras que el resto son productos otras firmas. El objetivo de Ferrer, pues, es ampliar este porcentaje.
Otro de los retos que quiere conseguir la compañía es abrirse a la exportación y por eso ya se está trabajando para adaptar sus procesos productivos en la exigencia de los certificados internacionales. Julià Ferrer ha explicado que este año se ha creado el departamento de exportación para dar un impulso a un segmento de mercado que actualmente representa entre un 4 y un 5% del volumen total de ventas. «Nos queremos dedicar seriamente», ha destacado Ferrer. El director ha explicado que el buen recibimiento que han tenido sus productos a lugares donde ya han exportado, como Hong Kong o Santo Domingo, los anima a seguir por este camino. El objetivo final es conseguir que la exportación represente el 20% del total del volumen de negocio.